jueves, 2 de abril de 2015

Pseudociencias en la vida cotidiana: medicina alternativa


Con pseudociencias me refiero a todo tipo de creencias que no tienen ninguna base científica y que huyen de manera sistemática de cualquier tipo de argumentación lógica, como el espiritismo, medicina alternativa, astrología, etc. Todas ellas comparten una característica en común: el pensamiento mágico, un pensamiento que supone una lacra para la sociedad.

Una gran parte de la población no sabe distinguir lo que es real de lo que no. Vivimos en una época en la que nos bombardean con una ingente cantidad de datos, y no sabemos filtrar adecuadamente esta información. Este panorama empeora sobremanera si consideramos que el sistema educativo actual no es capaz de suplir esta carencia. Además, los diversos medios de comunicación adolecen de rigurosidad, sobre todo en el campo científico.

En principio, a uno le puede parecer que esto no tiene mucha importancia, pero desafortunadamente no es así. No saber diferenciar entre realidad y fantasía nos puede costar el dinero y, en los peores casos, nuestra vida.

El aspecto que más me preocupa dentro de todas estas pseudociencias es la presencia de la medicina alternativa en establecimientos que supuestamente aplican el método científico, como las farmacias. Por desgracia, la pseudomedicina goza de cierto prestigio social, fruto de una ignorancia científica muy marcada. Es el caso de la homeopatía, la acupuntura y demás prácticas pseudocientíficas, cuyos principios se alejan totalmente de la realidad y entran completamente en el reino del esoterismo.

Para entender por qué la medicina alternativa se encuentra tan presente en la sociedad, hay que tener en cuenta un entramado social muy complejo. Por un lado, los profesionales de la salud ignoran cuáles son las bases de esas prácticas y, por tanto, no saben aconsejar bien a los pacientes cuando les preguntan sobre el tema. Por puro desconocimiento, pues no son temas que se enseñen durante la carrera, no ven en absoluto que sea un problema recomendar medicina alternativa, "siempre y cuando no decidan ausentarse de la medicina convencional", como se suele decir.

Sin embargo, el inconveniente fundamental es que dentro de la medicina alternativa existe gran cantidad de fraudes que persiguen la desesperación del paciente. A esto hay que sumarle unas corrientes de pensamiento muy peligrosas; no olvidemos que estas pseudomedicinas afirman que tienen la capacidad de curar todo tipo de dolencias, incluso el cáncer. Este mensaje tan perjudicial puede calar en el paciente y confiar su vida en estas personas que en muchas ocasiones no tienen ninguna formación sanitaria.

Cuando la dolencia es leve, solo supone un malgasto innecesario de dinero; pero cuando se trata de algo grave, acudir en primer lugar a estos practicantes puede suponer la muerte al retrasar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad. El ejemplo más célebre fue el de Steve Jobs, que confió en la medicina alternativa para tratarse el cáncer de páncreas, una mala decisión que finalmente le costó la vida.

El mundo de la medicina alternativa es muy extenso como para poder tratarlo todo en un solo artículo. Es posible que en un futuro le dedique más entradas, pero por ahora os dejo un vídeo que ilustra mejor el tema:

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