Recientemente, el famoso divulgador científico Brian Cox ha visitado la mayor cámara de vacío del mundo para realizar un experimento. Esta cámara, construida por la NASA en los años 60 para probar sus vehículos espaciales en un ambiente que se asemeje al espacio exterior, es una maravilla tecnológica.
Sus potentes turbinas son capaces de absorber 700.000 litros de aire por segundo y de enfriar la estancia hasta límites extremos. Cuando esta cámara cierra sus dos enormes puertas, una grúa giratoria, también de dimensiones increíbles, mueve los diferentes vehículos espaciales para realizar las pruebas oportunas.