La próxima vez que alces la mirada al cielo y tus ojos se crucen someramente con la Luna, detente un instante y piensa detenidamente lo siguiente: en ese distante lugar, a casi 400.000 kilómetros de distancia de nosotros, un vehículo de seis ruedas se encuentra circulando en estos momentos por su superficie, inspeccionando un mundo extraño bombardeado severamente por grandes asteroides en su infancia, lo cual nos revela un pasado verdaderamente caótico.