viernes, 26 de julio de 2013

El Universo minimalista - Introducción

Dado el gran desconocimiento que existe en la población sobre el Universo y siendo plenamente consciente de que me meto en terreno pantanoso, veo oportuno escribir sobre este tema con el objetivo de hacerlo más accesible para la gente. Se trata de un área de la ciencia que tuvo su impulso el siglo pasado, con descubrimientos que revolucionaron por completo la ciencia y que han derribado numerosos dogmas muy asentados en la población, y que en muchos casos todavía siguen sin ser derribados, simplemente por una mala divulgación o cualquiera que sea el motivo.

En su día, muchos científicos fueron reacios a aceptar esta revolución, pero finalmente las teorías se contrastaron empíricamente y no tuvieron más remedio que aceptarlas. Estas teorías son tan revolucionarias que son el motivo por el que quiero acercar a la gente todo lo que se sabe a día de hoy sobre el Universo a grandes rasgos, sin entrar en demasiados detalles, pues tampoco soy un experto en el tema ni mucho menos. Así pues, dicho esto, comencemos.

Introducción


Stonehenge (Inglaterra): monumento de finales del Neolítico que se cree que fue usado como observatorio astronómico.

El Universo siempre ha sido fuente de inspiración para el hombre. Desgraciadamente, hoy en día se ha perdido la tradición milenaria de observar el cielo, una tradición que siempre ha estado presente en el ser humano. La contaminación lumínica, entre otras causas, ha sido un importante obstáculo para continuar con una tradición cuyo comienzo data desde la aparición de los primeros seres humanos, aunque enfocada desde una perspectiva completamente mística en aquella época. Las estrellas siempre han fascinado al hombre llegando a impulsar la imaginación de aquellos seres humanos primitivos que intentaron explicar de una u otra manera qué eran esos puntos de luz pálidos que brillaban durante la noche.

A día de hoy, podemos decir que somos unos privilegiados porque todas las preguntas que desde siempre han ocupado la mente del ser humano, muchas, al fin, han encontrado respuesta, incluso la pregunta de por qué estamos aquí. Sabemos qué es la luz, qué es una estrella y por qué brilla, qué posición ocupamos en el cosmos, y poco a poco se está comprendiendo cuál es la naturaleza del Universo, una naturaleza bastante extraña repleta de agujeros negros, con más estrellas que granos de arena de todas las playas de la Tierra y que posee un importante porcentaje de materia y energía que no vemos pero que están ahí denominadas, respectivamente, materia y energía oscura.

Para hacernos una idea, adelantaré que la composición del Universo es la siguiente: el 4'9% es materia ordinaria, el 26'8% es materia oscura y el 68'3% es energía oscura. En resumen, desconocemos la composición del 95'1% del Universo y tan solo conocemos el 4'9% que viene a ser la tabla periódica de los elementos que todos hemos estudiado de pequeños.

Todo este conocimiento ha sucedido prácticamente en un parpadeo si tenemos en cuenta la línea de existencia de nuestra especie. Algo ocurrió en el pasado que nos catapultó adonde nos encontramos actualmente, y ese algo fue, sin duda, el paso del nomadismo al sedentarismo; es decir, el comienzo del Neolítico, una etapa que comenzó tras el final del Paleolítico, cuya línea temporal ha sido la más extensa de nuestra especie. En concreto, el Paleolítico ha supuesto el 99% de la existencia del ser humano.

Cuando el ser humano se estableció en un lugar y empezó a satisfacer sus necesidades diarias, e incluso las de los días venideros, comenzó a pensar y reflexionar sobre su entorno. Así fue como se empezaron a suceder los descubrimientos unos tras otros y supuso el punto de inflexión definitivo entre quedarnos estancados para siempre como nómadas, o evolucionar definitivamente como especie. Afortunadamente, ocurrió esto último.

Comprendiendo el Universo

Si queremos saber cómo funciona el Universo de manera superficial sin entrar en detalles, tenemos que entender a grandes rasgos qué es lo que nos dice Einstein con su teoría de la relatividad, ya que a día de hoy es la teoría más completa que tenemos para interpretar el Universo. Pero ojo, no nos explica todo ni mucho menos ya que todavía quedan muchas incógnitas por resolver. Puede que en un futuro aparezca otro genio y complete aún más la teoría de Einstein, o corrija algunos aspectos de su teoría. No obstante, una cosa sí es segura: gracias a Einstein podemos entender una gran parte de la realidad que nos rodea.

Por mi parte, tengo que comentar que nunca llegaré a comprender como un ser humano de carne y hueso puede llegar a tener esa imaginación y ese grado de abstracción para dar con una teoría que verdaderamente se trata de una locura, una locura que al fin y al cabo es la que dirige nuestros designios. Simplemente, es sorprendente. 

Tanto Newton como Einstein han contribuido de manera importante al conocimiento del Universo, pasando de ser una pseudociencia a una verdadera ciencia. Por un lado, Newton es considerado por muchos el mayor científico que jamás haya existido. Y no es para menos, lo que descubrió por su cuenta no tiene un adjetivo concreto para describirlo.

Newton fue el primero que se dio cuenta de que la misma fuerza que nos mantiene sujetos a la Tierra, es la que hace que no se escape la Luna. Gracias a ello, empezó a hacer los cálculos matemáticos correspondientes para dar con las fórmulas que explican cómo se mueven los objetos celestes.

A día de hoy, siguen usándose las fórmulas de Newton para misiones espaciales, fórmulas que fueron descubiertas en el siglo XVII para llevar a cabo misiones espaciales en los siglos XX y XXI, sencillamente porque sus fórmulas son más simples que las de Einstein. Dada su importancia, creo que le dedicaré en un futuro una entrada completa a Newton con todo lo que descubrió por sí mismo, así como sobre su vida personal, porque hasta su biografía no tiene desperdicio alguno.

Por el otro lado, Einstein lo que descubrió fue extraordinario también. Se preguntó qué pasaría si en vez de estar montado en una bicicleta, estuviera montado en un rayo de luz, y a partir de esta simple pregunta, desarrolló toda su teoría. La teoría de Einstein fue tan compleja que nadie la comprendía al principio. Tuvieron que pasar unos cuantos años para que los científicos empezasen a digerir su teoría. Asimismo, con el paso del tiempo se empezaron a crear símiles de fácil entendimiento para hacer la teoría más accesible.

Partiendo de estos símiles y simplificando la teoría de Einstein al minimalismo, no es tan complicada como a priori aparenta. Así pues, y para no hacer esta entrada más densa, trataré de explicar en la próxima entrada la teoría de la relatividad, una teoría que explica con tremenda precisión la realidad que nos rodea.

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