sábado, 6 de julio de 2013

Educación y sistema educativo actual: dos términos bien diferentes

"Education is the most powerful weapon which you can use to change the world" Nelson Mandela
Efectivamente, la educación puede ser un arma muy peligrosa que en ocasiones se subestima. Pero no asociemos educación con el sistema educativo actual; sería un grave error puesto que presenta grandes carencias a día de hoy ya que enseña de una manera muy específica, que para nada se corresponde con el mundo que después nos espera más allá. Y no es de extrañar que esto sea así puesto que el sistema educativo tiene sus bases en la revolución industrial, donde en aquella época se necesitaba formar a otra clase de gente, gente enfocada a un trabajo específico. No obstante, en pleno siglo XXI, todavía tenemos un sistema educativo basado en el siglo XVIII, que todavía no ha digerido los revolucionarios avances de las últimas décadas.

Tal es la situación que creo que uno aprende mucho más por Internet que en la escuela. Aquí no te enseñan lecciones fundamentales para la vida, pero sí se empeñan a que aprendas cómo analizar sintácticamente una oración, recordar fechas y más fechas o resolver un problema de una manera en concreta y no de otra... Sin embargo, en el tintero se quedan olvidadas lecciones de mayor trascendencia. Además, el sistema de calificación tampoco ayuda en absoluto, pues utiliza la misma vara de medir para todos impidiendo de esta manera el desarrollo del potencial que cada uno posee al basarse en lo que se ha logrado memorizar para que, finalmente, en un par de semanas se traslade al baúl de los recuerdos.

Viendo esto, tampoco es de extrañar por qué los niños tienen mayor creatividad que los adultos, una creatividad verdaderamente desbordante: cuando son jóvenes, todavía no se les ha coaccionado, todavía no se les ha inculcado cómo tienen que pensar y actuar. Es por eso que la creatividad decrece con el paso del tiempo, siendo una de las mayores lacras de nuestra sociedad desde hace mucho tiempo. 

Con todo este panorama, se puede vislumbrar la explicación del fracaso escolar por desmotivación, lo cual provoca un desperdicio de mentes, en ocasiones, maravillosas. Esto provoca una situación verdaderamente paradójica: las mentes más brillantes no suelen tener éxito en los estudios. ¿Y por qué? Porque básicamente el sistema educativo no funciona, no estimula. Claro está que si lo miramos desde otro punto de vista, no es para nada un "fracaso": el sistema educativo actual es una máquina perfecta de crear robots que despeja la capacidad de raciocinio de las masas. De lo contrario, la revolución del pueblo no se haría esperar acabando así con el fiestón (y menudo fiestón) que tienen montado los que se aprovechan de esta situación, motivo por el que no interesa una sociedad realmente bien educada. Como dijo Snowden: "tienen miedo de una sociedad informada, exigente". Y, por si fuera poco, ¿cuál es la respuesta del gobierno? Recortando una y otra vez este sector que es un pilar básico y el más fundamental de la sociedad, lo cual viene a reflejar lo que los políticos son en su mayoría: una panda de ineptos.

A esta situación hay que sumarle la información concienzudamente sesgada que podemos observar en los medios de comunicación, así como de una programación televisiva en su mayoría basura. Por tanto, una de las pocas vías de escape de esta tomadura de pelo consiste en sumergirse por Internet para encontrar los numerosos blogs que sí informan y que sí educan, pues verdaderamente explican qué es lo que está sucediendo a nuestro alrededor. No obstante, la moda existente actualmente en la sociedad acaba con esta esperanza, una moda que ya no solo ignora la cultura o todo aquello que huela un poquito a cultura a pesar de todos los medios que disponemos a día de hoy, sino que también se transforma en una mueca de profunda satisfacción cuando se reconoce esa ignorancia. Aun así, quiero creer profundamente que cada vez son más las personas que reconocen que es necesario un profundo cambio y este, como no, tiene que ir dirigido de abajo a arriba, desde el pueblo hacia los gobernantes, pues otra solución no veo.

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